Literatura

“Si te dicen que no, es que no” (concurso de relatos breves San Valentín 2014)

No se lo tomó muy bien, la verdad. Tampoco es que fuese una cosa muy directa ni muy soez. Los machotes triunfadores le dicen cosas mucho más pasadas de rosca y sin embargo ella se ríe como si hubiese visto una escena de La Vida de Brian. Bueno, siendo más exactos, como si hubiese visto una escena de Sexo en Nueva York. Ella es más de eso. Qué le vamos a hacer, tiene que haber gente pa to. Es lo que tiene salirse de los roles, no eres un machote triunfador, no eres un graciosote, siéntate y espera a que queramos algo de ti, y ve haciéndote a la idea de que va a ser una colleja lo que vamos a querer. Habla cuando se te hable.
El caso es que hoy estaba mucho más amable. Sonreía, hacía gracias y me daba ánimos antes de la reunión que iba a tener con los jefazos, una absurda presentación en la que tenía que venderles las absurdas propiedades de un producto que no servía para nada, eso sí, teniendo cuidado de no caer en publicidad engañosa, que los departamentos legales son una cosa muy cara que mejor no usar. Incluso se prestó a ser mi espectadora en un ensayo de la cosa. Lo tomé con cierta desconfianza, ese tipo de gente es muy dada a robar ideas de los demás. Lo que viene siendo trabajar mucho para no tener que trabajar nada. Pasan más tiempo mirando el trabajo de otros que mirándose al espejo, que ya es decir. Pero bueno, a ella no puedo decirle que no, de hecho no conozco a nadie que sea capaz de decirle a ELLA que NO. Y lo sabe. Vaya si lo sabe. Y lo usa. Las miradas de odio de las mujeres son un simple truco del Karma para equilibrar las miradas de deseo de los hombres.

Cuidado, que me pierdo. Le gustó. Sí, le gustó. Mucho, además. Que si no supiese que eso que le estaba intentando vender era más inútil que fustigar a un caballo muerto, lo compraría sin dudarlo, jijijiji. -¿En serio? -¡Sí, tonto, en serio! Jijijijijiji.-Jejejejejeje. Nivelazo. En fin, por lo menos entra uno más contento al matadero.

Cambio de planes. Ella también presentará un producto. Me hierve la sangre. Estaba claro ¡Será hija de p…!. Pues no, resulta que no me chafa lo mío, parece incluso que haya estudiado minuciosamente no hacer nada que fuese a hacer yo posteriormente. Al final resulta que bella bruja malvada no es tan malvada. No está especialmente brillante, pero se moja un poco los labios, hace un par de mohines y ya están todos en el bote. La bruja sigue igual de hechicera.

Me toca a mí. Empiezo. Un desastre. Me quedo en blanco y se me olvidan la mitad de las cosas. Pero parece que salgo airoso, los de arriba se miran con aprobación. Suficiente. Si tenemos en cuenta que lo de la baba de caracol se vende, pues claro que es suficiente, palurdos. Ella me espera – me ha gustado más que antes – pero si ha sido una porquería - no, en serio, has estado muy bien (me aprieta el brazo) – me ha gustado más que antes, y seguro que después me va a gustar más (pasa su mano por mi pecho) – ¿entonces? – entonces…

Ni en sueños, me dijo el otro día. Y es que ni en sueños.

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